projecte
(EN)TENDRE
cajas en grabado calcográfico de aguafuerte
(en)tendre es un proyecto realizado en los talleres de grabado, en casa y en numerosos cafés de Barcelona. Es la fusión de mis pensamientos sobre las personas de mi entorno, transformadas en pequeñas historias de ficción, y el metraje gráfico que he creado a partir de su relectura.
Estas historias se crean en una frontera entre la realidad y la ficción. La parte ficcional parte de unas cajas de pastillas encontradas casualmente y a través de las cuales se desencadenó toda la idea del proyecto.
Con esto creo un estrecho vínculo entre el pasado de objetos desconocidos y el recuerdo que guardo de las personas que aprecio.
Estas historias se crean en una frontera entre la realidad y la ficción. La parte ficcional parte de unas cajas de pastillas encontradas casualmente y a través de las cuales se desencadenó toda la idea del proyecto.
Con esto creo un estrecho vínculo entre el pasado de objetos desconocidos y el recuerdo que guardo de las personas que aprecio.
A DONDE QUERER LLEGAR
El objetivo principal era crear una historia basada en objetos antiguos encontrados o pertenecientes a mis antepasados. Todavía necesitaba saber qué tipo de historia crearía y de qué. Pero lo que tenía claro era que quería hablar del pasado en relación con el presente, de los vínculos que se establecen entre una persona y un objeto. Sobre todo, de que un objeto, gracias a las marcas que el tiempo ha dejado en él, nos habla de la existencia real de un pasado y estas marcas son las que nos cuentan su historia o nos dan un punto de apoyo para imaginarla.
El objetivo principal era crear una historia basada en objetos antiguos encontrados o pertenecientes a mis antepasados. Todavía necesitaba saber qué tipo de historia crearía y de qué. Pero lo que tenía claro era que quería hablar del pasado en relación con el presente, de los vínculos que se establecen entre una persona y un objeto. Sobre todo, de que un objeto, gracias a las marcas que el tiempo ha dejado en él, nos habla de la existencia real de un pasado y estas marcas son las que nos cuentan su historia o nos dan un punto de apoyo para imaginarla.
BUSCANDO AQUELLO, SIN SABER EL QUÉ
En els Encants de Barcelona, un miércoles de febrero, se respiraba un ambiente fresco y lleno de gente donde el desorden reinaba todas y cada una de las paradas. Fui a buscar lo que acabaría siendo el punto de partida de mi proyecto, pero sin saber qué era exactamente lo que iba a buscar.
Después de un largo rato dando vueltas en medio de ese espacio caótico, empecé a encontrar diferentes cosas que me llamaban la atención—una de ellas, fue una pequeña caja metálica con un dibujo de uno de los conejos de la famosa ilustradora Beatrix Potter—.
Todos los hombres con los que me tocó regatear para conseguir unos objetos al precio que podía permitirme fueron muy agradables conmigo. Seguramente lo fueron justamente porque querían de todas las maneras que me llevara a casa aquellas minúsculas y viejas cajas sobre las que me veían tan interesada.
Acabé marchando de allí con doce nuevas propiedades en mi bolso. Diez cajas antiguas de almacenar pastillas, un espejo de bolsillo y una cinta métrica medio rota, pero tan preciosa que no pude estar de comprarla. La mayoría de estos objetos tienen una belleza o particularidad que me llamó la atención. Dibujos florales característicos de una época y dorados brillantes, o que por lo menos brillaron algún día. Pequeñas cajas que guardaban medicamentos, joyas, o secretos.
En els Encants de Barcelona, un miércoles de febrero, se respiraba un ambiente fresco y lleno de gente donde el desorden reinaba todas y cada una de las paradas. Fui a buscar lo que acabaría siendo el punto de partida de mi proyecto, pero sin saber qué era exactamente lo que iba a buscar.
Después de un largo rato dando vueltas en medio de ese espacio caótico, empecé a encontrar diferentes cosas que me llamaban la atención—una de ellas, fue una pequeña caja metálica con un dibujo de uno de los conejos de la famosa ilustradora Beatrix Potter—.
Todos los hombres con los que me tocó regatear para conseguir unos objetos al precio que podía permitirme fueron muy agradables conmigo. Seguramente lo fueron justamente porque querían de todas las maneras que me llevara a casa aquellas minúsculas y viejas cajas sobre las que me veían tan interesada.
Acabé marchando de allí con doce nuevas propiedades en mi bolso. Diez cajas antiguas de almacenar pastillas, un espejo de bolsillo y una cinta métrica medio rota, pero tan preciosa que no pude estar de comprarla. La mayoría de estos objetos tienen una belleza o particularidad que me llamó la atención. Dibujos florales característicos de una época y dorados brillantes, o que por lo menos brillaron algún día. Pequeñas cajas que guardaban medicamentos, joyas, o secretos.
La idea era que intentaba meter mi vida en cajas, para protegerla.
Boltanski, C., & Grenier, C. (2010). La vida posible de Christian Boltanski (p. 35). Madrid: Casus Belli.
Boltanski, C., & Grenier, C. (2010). La vida posible de Christian Boltanski (p. 35). Madrid: Casus Belli.
ENCONTRARLO Y APROXIMARME
Tan pronto como salí de ese mercado, mi cabeza seguía dando vueltas sobre qué historia podría atribuir a esos objetos. El hecho de que fueran pastilleros me hizo pensar directamente en que quería escribir una pequeña historia para cada uno de ellos, y me hizo pensar en las personas que amo o al menos en las personas que de alguna manera me han marcado. Por tanto, decidí escribirlas de modo que me sirviera como una terapia.
La idea sería crear un libro que las recopilara todas. Un libro creado en el taller de grabado, donde cada historia iría acompañada de una estampa que la representara,—la cual finalmente ha acabado siendo el dibujo lineal de cada caja en aguafuerte—. Este libro iría acompañado de unas estampas más grandes, que han acabado estando creadas con fotolitografía a partir de unos monotipos y unas fotografías familiares antiguas. Las cajas se incluirían ilustradas en el libro y físicamente en la presentación del proyecto, para dar constancia de que son el punto de partida y el nexo de unión entre los personajes de las historias y sus propios dolores, sentimientos o emociones.
Stefanie Kremser dice que partir de una imagen visual para poder crear una historia es una herramienta muy útil. Con esto me refiero a que cada uno de estos recuadros es la imagen visual a partir de la cual desarrollar todas estas historias. A través de las cuales he tomado otras imágenes visuales -las fotografías antiguas- con las que he puesto cara a las historias que salen de las cajas. Se convierte en una conexión constante con el pasado, con lo rechazado que llega a mis manos.
Tan pronto como salí de ese mercado, mi cabeza seguía dando vueltas sobre qué historia podría atribuir a esos objetos. El hecho de que fueran pastilleros me hizo pensar directamente en que quería escribir una pequeña historia para cada uno de ellos, y me hizo pensar en las personas que amo o al menos en las personas que de alguna manera me han marcado. Por tanto, decidí escribirlas de modo que me sirviera como una terapia.
La idea sería crear un libro que las recopilara todas. Un libro creado en el taller de grabado, donde cada historia iría acompañada de una estampa que la representara,—la cual finalmente ha acabado siendo el dibujo lineal de cada caja en aguafuerte—. Este libro iría acompañado de unas estampas más grandes, que han acabado estando creadas con fotolitografía a partir de unos monotipos y unas fotografías familiares antiguas. Las cajas se incluirían ilustradas en el libro y físicamente en la presentación del proyecto, para dar constancia de que son el punto de partida y el nexo de unión entre los personajes de las historias y sus propios dolores, sentimientos o emociones.
Stefanie Kremser dice que partir de una imagen visual para poder crear una historia es una herramienta muy útil. Con esto me refiero a que cada uno de estos recuadros es la imagen visual a partir de la cual desarrollar todas estas historias. A través de las cuales he tomado otras imágenes visuales -las fotografías antiguas- con las que he puesto cara a las historias que salen de las cajas. Se convierte en una conexión constante con el pasado, con lo rechazado que llega a mis manos.
ADENTRARME EN ELLO
Lo rechazado o perdido y encontrado
objeto m. Cosa material en tanto que se ofrece a nuestros sentidos. Las imágenes de los objetos. Observar un objeto a distancia. // Algo que se ofrece al pensamiento, del que se toma conocimiento. Objeto de meditación.
Tomando como referencia la primera definición que ofrece el diccionario de la palabra objeto, nos adentramos en los recuadros. El objeto como la cosa material, aquello que establece una relación con algunos o todos nuestros sentidos. En este caso, mis cajas nos brindan un intercambio con la vista, llaman la atención por sus colores, grabados o formas. También nos aportan la activación del tacto, gracias a los relieves que invitan a tocarlos, y luego el olfato, cuando el olor a metal impregna tus dedos. Y en el caso de un incidente con el choque contra el suelo, o entre ellos cuando los paseo en una bolsa de tela, también provocan el estímulo del oído.
Todas las cualidades que nos los confirman como objeto, son en lo que me enfoqué para representar los personajes u obstáculos que tienen los protagonistas de las diferentes historias. Haciendo una comparación en unos casos más directa y en otros más subjetiva. Por ejemplo, cuando hablo de los dos estampados diferentes que tiene grabados una de las cajas, los comparo con los dos extremos de carácter que definen muy bien a ese personaje.
Lo rechazado o perdido y encontrado
objeto m. Cosa material en tanto que se ofrece a nuestros sentidos. Las imágenes de los objetos. Observar un objeto a distancia. // Algo que se ofrece al pensamiento, del que se toma conocimiento. Objeto de meditación.
Tomando como referencia la primera definición que ofrece el diccionario de la palabra objeto, nos adentramos en los recuadros. El objeto como la cosa material, aquello que establece una relación con algunos o todos nuestros sentidos. En este caso, mis cajas nos brindan un intercambio con la vista, llaman la atención por sus colores, grabados o formas. También nos aportan la activación del tacto, gracias a los relieves que invitan a tocarlos, y luego el olfato, cuando el olor a metal impregna tus dedos. Y en el caso de un incidente con el choque contra el suelo, o entre ellos cuando los paseo en una bolsa de tela, también provocan el estímulo del oído.
Todas las cualidades que nos los confirman como objeto, son en lo que me enfoqué para representar los personajes u obstáculos que tienen los protagonistas de las diferentes historias. Haciendo una comparación en unos casos más directa y en otros más subjetiva. Por ejemplo, cuando hablo de los dos estampados diferentes que tiene grabados una de las cajas, los comparo con los dos extremos de carácter que definen muy bien a ese personaje.
EMPATIZAR
Relaciones interpersonales y pensamientos propios
Las relaciones interpersonales son asociaciones entre dos o más personas. Estas asociaciones pueden basarse en emociones y sentimientos, como el amor y el gusto artístico, el interés por los negocios y por las actividades sociales, y están relacionadas con nuestro entorno cercano como familiares o amistades.
La relación que tengo con las personas de mi entorno familiar me resulta difícil de explicar. Un cúmulo de muchos hechos que hemos vivido a lo largo de los años ha hecho que mi forma de actuar con ellas a menudo sea distante. Aun así, las considero una parte muy importante de mi vida, aunque no las veas casi nunca, siento que tengo como una especie de deber con ellas. Las quiero, esto es lo que hace que a pesar de las circunstancias pasadas, no pueda evitar preocuparme por ellas.
Estas relaciones no son fáciles de llevar, sobre todo cuando hay pensamientos y formas de ver las cosas muy diferentes. Son una fuerte, profunda y cercana asociación que se crea con el tiempo. Por eso he decidido meditar sobre estas personas, porque es una parte de la vida muy intensa y que normalmente ni siquiera hemos escogido.
De esta forma, el hecho de escribir sobre ellas creando relatos como si se tratara de diferentes cuentos, me ha hecho meterme en su piel. Me he planteado qué es lo que han vivido, el porqué y el cómo. La situación social en la que se encontraban en ciertos momentos, la forma que tuvieron de actuar y cómo lo han llevado en un futuro, ha hecho que las entendiera. Me ha hecho reflexionar sobre si habría actuado igual. He podido enfadarme a veces, para pensar que debían actuar basándome tan sólo en mi criterio. Pero visto desde un
otro punto de vista, todo es distinto.
He querido basarme únicamente en lo que yo pensaba de ellas, sin preguntárseles sus sentimientos o cómo se encontraban actualmente. De esta forma he conseguido entrar en lo más profundo de mi mente y mis sentimientos para poder ser capaz de ver cuál es la realidad. Para poder empatizar con ellos.
Todo es distinto.
LA OBRA
Se trata de un ejemplar único realizado en aguafuerte y serigrafía por la misma autora. El título de la portada también ha sido serigrafiado sobre lienzo de encuadernar. La encuadernación artística utilizada se llama copta y lleva el lomo del libro al descubierto, lo que deja a la vista el cosido realizado manualmente. El papel del interior es el Fabriano Rosaspina Crema de gramaje 220 g. Las medidas del libro son 24 cm de ancho por 15,5 cm de alto. Las tintas utilizadas por ambas técnicas son de color negro, excepto la de la cubierta, que es un blanco roto.
Se trata de un ejemplar único realizado en aguafuerte y serigrafía por la misma autora. El título de la portada también ha sido serigrafiado sobre lienzo de encuadernar. La encuadernación artística utilizada se llama copta y lleva el lomo del libro al descubierto, lo que deja a la vista el cosido realizado manualmente. El papel del interior es el Fabriano Rosaspina Crema de gramaje 220 g. Las medidas del libro son 24 cm de ancho por 15,5 cm de alto. Las tintas utilizadas por ambas técnicas son de color negro, excepto la de la cubierta, que es un blanco roto.
TRES DE LAS OCHO HISTORIAS
(V.O.)
(V.O.)
1.
El vaig conèixer dibuixant. Tenia un aspecte que em va cridar l’atenció, duia uns pantalons estrets acompanyats de la jaqueta més ampla que he vist mai. Amb els llavis molsuts i uns ulls tristos d’un blau grisós que trans- meten tendresa i alhora seguretat. A les poques llunes d’haver-lo conegut vaig adonar-me’n ràpidament que era un gran amant de l’art, de la música i de qualsevol cosa que el fes remoure per dins. Va ser quan, per primer cop, em va tocar amb la seva guitarra una de les seves cançons preferides, cantant-la amb aquella veu trencada que fa tremolar els intestins. Mai he conegut a ningú que senti tant dins seu la música com ho fa ell. Ara que ja fa temps que hem après a sentir junts, quan tanco els ulls m’emociono fàcilment davant una melodia, he perdut una mica la vergonya a ballar en públic i he après a fer el que sento quan ho sento.
Sobre la taula de dibuix sempre es troba la seva caixa de pastilles, és rodo- na i molt daurada, un daurat que brilla com un reflex de l’aigua agitada, agitada perquè li acaba de caure a sobre una fulla, a la qual el seu arbre ha decidit abandonar. Aquesta fulla hi apareix en un dibuix sobre un fons blanc, juntament amb altres petites flors, les quals acostuma a dibuixar. I de tant dibuixar-les, l’aroma d’aquestes flors ha passat a estar impregnat en ell. Si s’apropa i corre una mica de vent, t’arriba la seva olor fresca, a prima- vera, a la llum del sol i a la sal del mar als llavis en una tarda fosca d’hivern.
Té la capacitat d’estressar-se molt ràpidament, s’angoixa quan veu que té feina a fer i no vol saber res de ningú fins que no ha fet alguna cosa que el fa sentir que ha avançat, que ha estat productiu. Per això, dins d’aquesta caixa hi guarda pastilles que el transporten als seus somnis. Quan se les pren, recorda tots i cadascun d’ells: els d’aventures de lluites contra pirates, els descobriments de nous mons i les morts de persones que no mereixien que arribés la seva hora. No sempre li agrada tornar a viure alguns dels somnis, però li serveixen per dibuixar, per passar a paper tot l’imaginari que un dia va viure dormint i que només despertar-se va oblidar.
Una vegada em va explicar que existeixen dos tipus de persones a la Terra. Unes són les persones “lluna”, que acostumen a ser pessimistes, tenir mala energia i transmetre-la al seu entorn i també hi ha les persones “sol”, que serien tot el contrari, persones amb llum, amb resiliència, amb esperança i amb força. Ell em va dir en aquell moment que no tenia cap dubte que jo era una persona “sol”, jo ara dic, que mai he dubtat que ell ho fos també.
El vaig conèixer dibuixant. Tenia un aspecte que em va cridar l’atenció, duia uns pantalons estrets acompanyats de la jaqueta més ampla que he vist mai. Amb els llavis molsuts i uns ulls tristos d’un blau grisós que trans- meten tendresa i alhora seguretat. A les poques llunes d’haver-lo conegut vaig adonar-me’n ràpidament que era un gran amant de l’art, de la música i de qualsevol cosa que el fes remoure per dins. Va ser quan, per primer cop, em va tocar amb la seva guitarra una de les seves cançons preferides, cantant-la amb aquella veu trencada que fa tremolar els intestins. Mai he conegut a ningú que senti tant dins seu la música com ho fa ell. Ara que ja fa temps que hem après a sentir junts, quan tanco els ulls m’emociono fàcilment davant una melodia, he perdut una mica la vergonya a ballar en públic i he après a fer el que sento quan ho sento.
Sobre la taula de dibuix sempre es troba la seva caixa de pastilles, és rodo- na i molt daurada, un daurat que brilla com un reflex de l’aigua agitada, agitada perquè li acaba de caure a sobre una fulla, a la qual el seu arbre ha decidit abandonar. Aquesta fulla hi apareix en un dibuix sobre un fons blanc, juntament amb altres petites flors, les quals acostuma a dibuixar. I de tant dibuixar-les, l’aroma d’aquestes flors ha passat a estar impregnat en ell. Si s’apropa i corre una mica de vent, t’arriba la seva olor fresca, a prima- vera, a la llum del sol i a la sal del mar als llavis en una tarda fosca d’hivern.
Té la capacitat d’estressar-se molt ràpidament, s’angoixa quan veu que té feina a fer i no vol saber res de ningú fins que no ha fet alguna cosa que el fa sentir que ha avançat, que ha estat productiu. Per això, dins d’aquesta caixa hi guarda pastilles que el transporten als seus somnis. Quan se les pren, recorda tots i cadascun d’ells: els d’aventures de lluites contra pirates, els descobriments de nous mons i les morts de persones que no mereixien que arribés la seva hora. No sempre li agrada tornar a viure alguns dels somnis, però li serveixen per dibuixar, per passar a paper tot l’imaginari que un dia va viure dormint i que només despertar-se va oblidar.
Una vegada em va explicar que existeixen dos tipus de persones a la Terra. Unes són les persones “lluna”, que acostumen a ser pessimistes, tenir mala energia i transmetre-la al seu entorn i també hi ha les persones “sol”, que serien tot el contrari, persones amb llum, amb resiliència, amb esperança i amb força. Ell em va dir en aquell moment que no tenia cap dubte que jo era una persona “sol”, jo ara dic, que mai he dubtat que ell ho fos també.
2.
De la següent protagonista en puc fer una descripció desdibuixada, però clara i més sincera que cap altra. Perquè no hi ha dia que passi que ella no aparegui, ni que sigui sol un instant, en la meva ment. I si durant el dia el fet d’estar ocupada no m’ha deixat pensar-hi, llavors ella entra a salu- dar-me durant la nit en els meus somnis.
Sol en tinc records positius, tan arrelats dins meu que em costa expres- sar-los en paraules. Per aquest motiu, la seva olor ja no la recordo, tot i que si hi penso bé, vindria a ser una barreja entre enyorança i felicitat.
La seva caixa és la més decorada de totes, la guardava en un tocador de la seva habitació, juntament amb una gran col·lecció de joies i alguna re- líquia familiar preservada amb molta nostàlgia. És ovalada i la més gran de totes les caixes, hi té gravades moltes filigranes precioses i la tapa està repleta de peces de diferents colors vius que creen dibuixos florals. Ella hi emmagatzemava algunes pastilles per alleujar aquell mal de cap tan intens que no et deixa ni dormir.
Una tarda de primavera, en que el sol regnava tot el cel, una foscor incu- rable va decidir que el seu cos havia de desaparèixer. Després d’un adéu forçat, va acabar marxant definitivament com si es tractés d’un paper de seda volatilitzat per les flames.
És ben cert que el món n’és ple d’injustícies, i aquell dia ho vaig poder comprovar personalment. Perquè és lògic marxar deixant a la Terra des- cendència, però no ho és marxar i deixar-hi als que t’han creat a tu. Per aquest motiu us he parlat en anteriors històries de meitats de cor apagades i mans dretes perdudes. I és que, res pot fer més mal a una persona que perdre allò que havia creat per la seva eternitat.
Per això dins la seva caixa ja no hi ha pastilles, perquè un cop ja no hi ets físicament, els mals s’esfumen i tot passa a ser pau. Ara sóc jo qui guar- da aquella caixa, el més apreciat dels objectes, i no la necessito per re- cordar-la. Però m’agrada sentir que ara em pertany allò que un dia li va pertànyer a ella, un petit llegat simbòlic que en obrir-lo m’inunda d’una explosió d’emocions que em fan treure, durant moltes hores, les famoses llàgrimes de cocodril.
De la següent protagonista en puc fer una descripció desdibuixada, però clara i més sincera que cap altra. Perquè no hi ha dia que passi que ella no aparegui, ni que sigui sol un instant, en la meva ment. I si durant el dia el fet d’estar ocupada no m’ha deixat pensar-hi, llavors ella entra a salu- dar-me durant la nit en els meus somnis.
Sol en tinc records positius, tan arrelats dins meu que em costa expres- sar-los en paraules. Per aquest motiu, la seva olor ja no la recordo, tot i que si hi penso bé, vindria a ser una barreja entre enyorança i felicitat.
La seva caixa és la més decorada de totes, la guardava en un tocador de la seva habitació, juntament amb una gran col·lecció de joies i alguna re- líquia familiar preservada amb molta nostàlgia. És ovalada i la més gran de totes les caixes, hi té gravades moltes filigranes precioses i la tapa està repleta de peces de diferents colors vius que creen dibuixos florals. Ella hi emmagatzemava algunes pastilles per alleujar aquell mal de cap tan intens que no et deixa ni dormir.
Una tarda de primavera, en que el sol regnava tot el cel, una foscor incu- rable va decidir que el seu cos havia de desaparèixer. Després d’un adéu forçat, va acabar marxant definitivament com si es tractés d’un paper de seda volatilitzat per les flames.
És ben cert que el món n’és ple d’injustícies, i aquell dia ho vaig poder comprovar personalment. Perquè és lògic marxar deixant a la Terra des- cendència, però no ho és marxar i deixar-hi als que t’han creat a tu. Per aquest motiu us he parlat en anteriors històries de meitats de cor apagades i mans dretes perdudes. I és que, res pot fer més mal a una persona que perdre allò que havia creat per la seva eternitat.
Per això dins la seva caixa ja no hi ha pastilles, perquè un cop ja no hi ets físicament, els mals s’esfumen i tot passa a ser pau. Ara sóc jo qui guar- da aquella caixa, el més apreciat dels objectes, i no la necessito per re- cordar-la. Però m’agrada sentir que ara em pertany allò que un dia li va pertànyer a ella, un petit llegat simbòlic que en obrir-lo m’inunda d’una explosió d’emocions que em fan treure, durant moltes hores, les famoses llàgrimes de cocodril.
3
.
Vaig a parlar-vos dels ulls verds més brillants que he vist mai. Possiblement sempre brillen per la gran capacitat que tenen d’emocionar-se, sobretot quan recorden el passat que van viure, en el qual crec que hi segueixen vivint. Suposo que és així perquè a la persona que els duu, el present li ha fet mal i no el pot oblidar, però tampoc li agrada recordar-lo. No li agrada perquè li ha robat dues de les coses més importants de la seva vida, una part del seu cos i una part del seu cor. Per sort, encara li queda l’altra mei- tat del cor, que hi és cada dia i té cura d’ell. A aquesta altra meitat se li està fent dur seguir endavant sense tenir amb ella la part que li falta, però en- cara que no ho sembli, ell li agraeix eternament que resisteixi al seu costat fins al final.
És l’home més bo que l’univers ha creat. Carregat de paciència fins fa uns anys i humil fins a tal punt que va ser capaç de deixar anar l’oportunitat més gran de la seva vida professional, només per poder estar amb qui es- timava, la meitat del cor que encara estima.
Mestre d’escacs, millor cuiner i excel·lent caricaturista dels polítics d’aquest país, amb un traç tremolós que m’encantava seguir amb els ulls quan anava apareixent al paper.
Cada tarda, en sortir de l’escola, m’arribava al nas una olor de fruita fresca recentment collida, si no era així, volia dir que el meu habitual xofer no venia a recollir-me, fet que no m’agradava gens.
Així que ara, estigui a la part del món que estigui, si hi ha terra humida i vegetals que hi neixen, el seu record m’apareix en forma d’aquest aroma a la part dreta del cervell, i les seves mans arrugades i seques acaronen les meves intensament, marejant-les amb la seva tremolor característica.
La seva caixa és molt antiga, igual que ell. Ara està gastada per fora a causa dels anys, però un dia va ser d’un daurat brillant. Ho sé perquè si s’obra, a l’interior hi conserva el seu color original al qual mai li ha tocat la llum del sol, on hi guarda la seva essència que mai desapareixerà perquè mai s’ha deixat danyar.
Va néixer en una època difícil. Els seus pares van anar a la presó per la seva ideologia i ell tenia por d’acabar-hi pel simple fet de portar una ampolla d’oli, amagada en una bossa de cuir, mentre viatjava en tren. Una època on les preferències polítiques o la classe social regnaven la vida quotidiana de totes les persones.
Cada vegada que el vaig a veure, m’omple de llibres les butxaques, fent-me recomanacions d’històries ambientades en aquella època, la qual tant li agrada reviure i recordar. Per això, dins la seva caixa hi guarda pastilles per no dormir, perquè se les pren diàriament i li permeten poder llegir des de les quatre de la matinada fins a les vuit del vespre de l’endemà. En aquell moment, després d’haver menjat una mica, va al llit a dormir unes hores per intentar guardar a la seva ment tots els nous relats històrics que ha anat emmagatzemant, durant tot el dia, en una petita butxaca dels seus pantalons.
Vaig a parlar-vos dels ulls verds més brillants que he vist mai. Possiblement sempre brillen per la gran capacitat que tenen d’emocionar-se, sobretot quan recorden el passat que van viure, en el qual crec que hi segueixen vivint. Suposo que és així perquè a la persona que els duu, el present li ha fet mal i no el pot oblidar, però tampoc li agrada recordar-lo. No li agrada perquè li ha robat dues de les coses més importants de la seva vida, una part del seu cos i una part del seu cor. Per sort, encara li queda l’altra mei- tat del cor, que hi és cada dia i té cura d’ell. A aquesta altra meitat se li està fent dur seguir endavant sense tenir amb ella la part que li falta, però en- cara que no ho sembli, ell li agraeix eternament que resisteixi al seu costat fins al final.
És l’home més bo que l’univers ha creat. Carregat de paciència fins fa uns anys i humil fins a tal punt que va ser capaç de deixar anar l’oportunitat més gran de la seva vida professional, només per poder estar amb qui es- timava, la meitat del cor que encara estima.
Mestre d’escacs, millor cuiner i excel·lent caricaturista dels polítics d’aquest país, amb un traç tremolós que m’encantava seguir amb els ulls quan anava apareixent al paper.
Cada tarda, en sortir de l’escola, m’arribava al nas una olor de fruita fresca recentment collida, si no era així, volia dir que el meu habitual xofer no venia a recollir-me, fet que no m’agradava gens.
Així que ara, estigui a la part del món que estigui, si hi ha terra humida i vegetals que hi neixen, el seu record m’apareix en forma d’aquest aroma a la part dreta del cervell, i les seves mans arrugades i seques acaronen les meves intensament, marejant-les amb la seva tremolor característica.
La seva caixa és molt antiga, igual que ell. Ara està gastada per fora a causa dels anys, però un dia va ser d’un daurat brillant. Ho sé perquè si s’obra, a l’interior hi conserva el seu color original al qual mai li ha tocat la llum del sol, on hi guarda la seva essència que mai desapareixerà perquè mai s’ha deixat danyar.
Va néixer en una època difícil. Els seus pares van anar a la presó per la seva ideologia i ell tenia por d’acabar-hi pel simple fet de portar una ampolla d’oli, amagada en una bossa de cuir, mentre viatjava en tren. Una època on les preferències polítiques o la classe social regnaven la vida quotidiana de totes les persones.
Cada vegada que el vaig a veure, m’omple de llibres les butxaques, fent-me recomanacions d’històries ambientades en aquella època, la qual tant li agrada reviure i recordar. Per això, dins la seva caixa hi guarda pastilles per no dormir, perquè se les pren diàriament i li permeten poder llegir des de les quatre de la matinada fins a les vuit del vespre de l’endemà. En aquell moment, després d’haver menjat una mica, va al llit a dormir unes hores per intentar guardar a la seva ment tots els nous relats històrics que ha anat emmagatzemant, durant tot el dia, en una petita butxaca dels seus pantalons.